la bendita música
pululando
estorbando el pensar
Algo así como beberse un drama
como volverse melancólico después de un happy hour
Quién diría que todo inundaría
y hasta sangre no se derramaría por el influjo de las ondas
rompiendo en mis oídos.
Quién sabe si hay un lugar
donde ricos y sordos
prueben delicias y carne
y hasta los poetas
y los que no se dicen tanto
se gritan unos a otros
y salven
aunque sea de mentira
la brecha de olvido que hay en la música.
No quiero silencio
no más tardes melancólicas
ni vasos más vacíos que lo debido
no más reproches ni calma hipócrita.
Respiro
Música intrínseca cayendo en mis oídos
voluntades adormiladas venid a mí
reclamen consigo cuanto les debo
sean lo mismo que flechas en Babel
Apunten al cielo
victoria no me importa
voluntades espero
y saber
que he hecho cuanto me corresponde
y con mi vida he pagado.
Amén.