Sentado a orillas del balcón observó el verde paisaje: El muro de la Salvación.
Se decía que tras el más alto de los muros, yacía el cuartel general del centro.
Superficie rocosa tentaba a los pacientes del sector C. A los pies, el guardia de turno marcaba los caídos, aquellos "osados" que buscaban escalarlo.
Ya iban 25 este año, 348 desde el primero.
El director del Terapia del Exilio había prometido una fiesta cuando ocurriese el 350. Por ello, los propagandistas se habían puesto en marcha.
Sergio seguía esperando la señal.
Un grito en vertical, una marca en la pared, y el júbilo general.
"¡A divertirse! Lo pasaré la muerte".
_________________________________________________________fotografía de: http://www.mimnaugh.com/photopages/college/greenstairs.html